Últimamente aparecen nuevas monedas digitales con mayor frecuencia en el mercado, y algunas de ellas ya se utilizan activamente como medio de pago. Por ello, cada nuevo instrumento merece atención. Y entre las opciones relativamente nuevas, la CBDC merece especial atención. Incluso ahora, muchos expertos dicen que en el futuro puede convertirse en la moneda dominante en todo el mundo. Y vale la pena señalar que hoy en día hay muchos estudios en este campo y alrededor del 86% de todos los bancos dicen que están considerando seriamente el CBDC. Si se tienen en cuenta las estadísticas de unos años antes, la cifra ha aumentado en muchos aspectos.
La esencia de la CBDC es la seguridad, porque el desarrollo financiero global requiere el uso de tecnología y herramientas modernas por parte de las instituciones financieras. Y para los bancos los beneficios son claros:
Pero también hay que tener en cuenta los posibles riesgos.
En gran medida, las soluciones innovadoras dependen de la confianza del usuario en que no habrá abusos por parte de la propia entidad financiera. Conviene darse cuenta de que hay una serie de ventajas que sugieren que hay oportunidades de beneficiarse. Pero por otro lado, si el nuevo mecanismo no se convierte en una protección para el público, ¿qué queda por proteger? Al fin y al cabo, esa es la principal tarea de las instituciones financieras. Independientemente de las ventajas y desventajas, las instituciones financieras no tienen más remedio que iniciar una batalla digital, sin la cual la descentralización podría destruir las instituciones, para las que se gasta una gran parte del presupuesto en salvarlas.
Si la CBDC es una forma de dinero digital, ¿por qué no son las instituciones financieras las que la emiten? Al fin y al cabo, el CBDC podría ser una gran idea:
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